Una mañana de mayo, un joven polaco, Mateusz Kaszela, pasaba junto a una anciana en una parada de autobús. La señora llevaba consigo un cubo lleno de pequeños ramilletes de lirios del valle y tulipanes. Sus ojos parecían cansados y un poco perdidos.
A Mateusz le conmovió su fragilidad y entonces se le ocurrió una idea. Comenzó una conversación con una simple pregunta, sin saber que tendría consecuencias en todo el país. Leer más