Reconciliación

Sacramento de la Reconciliación

Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos. (Jn 20, 22-23)

El sacramento del Perdón, Reconciliación, Penitencia o Confesión es un momento excepcional de encuentro con Dios con sus hijos. Por él renovamos la gracia del Bautismo, y de la presencia viva del Espíritu Santo que nos fortalece para nuestra vida en Cristo.

El sacramento de la Reconciliación se puede celebrar media hora antes de cada Misa acudiendo al confesionario o pidiéndolo al sacerdote, que estará disponible en el despacho o la sacristía.

Además siempre que se necesite, preguntando en el Despacho Parroquial.

Tal y como señala el Catecismo de la Iglesia Católica (1446) “Cristo instituyó el sacramento de la penitencia a favor de todos los miembros pecadores de su Iglesia. El sacramento de la penitencia ofrece a éstos una nueva posibilidad de convertirse y recuperar la gracia de la justificación. Los Padres de la Iglesia presentan este sacramento como “la segunda tabla (de salvación) después del naufragio que es la pérdida de la gracia”.

El Concilio vaticano II nos enseña: “Los que se acercan al sacramento de la Penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados, cometidos contra él y, al mismo tiempo, se reconcilia con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a la conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones” (LG 11).

Antes de comenzar la confesión

Breve examen de conciencia
  • Realiza el examen de conciencia.
  • Manifiesta en silencio ante Dios el dolor por los pecados cometidos, con una oración como la siguiente:

Señor mío, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío,
Por ser vos quién sois, bondad infinita, y por que os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón
haberos ofendido, y también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me sea impuesta.
Amén

  • Saluda al sacerdote (diciendo Ave Maria purísima, u otras palabras que te ayuden a ponerte en presencia de Dios).
  • Indica el tiempo transcurrido desde la última confesión.

Después de confesarte…

  • Da gracias a Dios, porque en su misericordia te reconcilia con El y te da la gracia para empezar de nuevo.
  • Cumple lo antes posible la penitencia que haya dispuesto el confesor, y busca ocasiones para hacer realidad los nuevos propósitos. 

¿Qué debo hacer para confesarme bien?

  1. Dolor de los pecados. Por tu parte es el acto esencial de la celebración de la penitencia. Pide a Dios la gracia de rechazar con claridad y decisión el pecado cometido. El dolor puede venir por el amor que tienes a Dios y/o por la repugnancia que experimentas ante el pecado en sí ( por lo que daña tu vida, o por sano temor).
  2. Propósito de enmienda. Firme resolución de no volver a pecar, poniendo los medios necesarios para ello.
  3. Confesión. Manifiesta tus pecados ante el sacerdote, que en ese momento es Jesús. Has de confesar los pecados mortales (especificando en lo posible su número), pues callarlos a sabiendas es un sacrilegio. Conviene que digas también los veniales. En caso de duda, pregunta y dialoga con el confesor.
  4. Cumplir la penitencia. Rezar o hacer lo dispuesto por el confesor como satisfacción de los pecados.
Examen de conciencia.

Se trata de que revises, en la presencia de Dios y pidiendo su ayuda, los pecados cometidos desde la última confesión. Cuanto más sincera, detenida y serenamente realices el examen, mayor será el fruto de tu confesión.

Preguntas examen de conciencia
  • ¿Acudo al sacramento de la penitencia con un sincero deseo de purificación y renovación de la amistad con Dios ? en mi última confesión, ¿callé por vergüenza o a propósito algún pecado grave ?
  • ¿Pongo a Dios en la cumbre de todas las cosas ? ¿He cuidado los momentos de oración y el ofrecimiento de todas mis acciones? ¿Creo todo lo que me enseña la iglesia?
  • ¿He practicado la superstición o el espiritismo? ¿He hablado de Dios o de la iglesia de modo irreverente?
  • ¿He faltado algún domingo a la Eucaristía, o no he sido puntual, sin motivo grave?
  • ¿Me he esforzado por participar con fruto de la celebración? ¿He dado gracias a Dios tras recibir el Cuerpo del Señor? ¿Dedico el domingo al Señor en la oración y la caridad?
  • ¿Ayudo a la misión de la iglesia con generosidad, con mi oración, mi tiempo y mis medios ?
  • ¿He contribuido, en el seno de mi familia, al bien y la alegría de los demás con paciencia y verdadero amor? ¿He dedicado a los miembros de mi familia el tiempo que he podido? ¿He sido obediente a mis padres y mayores? ¿Soy amable con los extraños y me falta esa amabilidad en la vida de familia, especialmente con mi cónyuge?
  • ¿Tengo como prioridad la felicidad de las personas que tengo a mi alrededor, especialmente de las mas necesitadas? ¿Me dejo llevar por mi comodidad o pereza a la hora de servir a los demás? ¿Sé perdonar como Dios me perdona ?
    ¿He lesionado de palabra o de obra a alguien? ¿He tomado parte en el grave crimen del aborto? ¿Odio o guardo rencor contra alguien? ¿Desprecio a quienes no son como yo, o están pasando por problemas y necesidades graves ?
    ¿En mi profesión o estudio soy honesto y trabajador, prestando con mi amor mi servicio a los demás? ¿He robado o faltado a la justicia en mis relaciones amistosas o laborales?
  • ¿Soy quejica, soberbio o airado ante las dificultades? ¿Busco mi capricho en el vestir, en el comer, en el gastar innecesariamente? ¿Conduzco de modo imprudente y temerario? ¿Soy suficientemente generoso con los más necesitados, compartiendo mis bienes y mi tiempo?
  • ¿Me dejo llevar por la pasión, buscando mi propio placer? ¿Rechazo con fortaleza miradas, imaginaciones, conversaciones o actos que van contra el amor verdadero? ¿Pico a dios la castidad según mi estado? ¿He inducido a otro a pecar contra la castidad? ¿Trato de vivir la enseñanza de la iglesia acerca de la sexualidad? ¿Soy prudente con los contenidos que veo en la TV, especialmente en mi casa ?
  • ¿He mantenido la verdad y la fidelidad? ¿He producido daño a la fama, honor o los bienes de otros ? ¿He contribuido a la propaganda de murmuraciones y rencillas? ¿Restituyo la fama de los demás si les he ofendido o calumniado?
  • ¿Procuro formar mi fe mediante grupos, cursillos, lecturas.. sabiendo que es una necesidad importante para mantener mi vida en Cristo ? ¿Muestro con alegría mi fe aunque eso conlleve incomprensiones y calumnias? ¿Me avergüenzo de anunciar con mis palabras y mi vida al Señor ? ¿Defiendo la Verdad haciendo oír mi voz ante campañas que la desprecian?
  • ¿Pido a Dios cada día la alegría que nace de la humildad?