Sacramento de Confirmación
Después del Bautismo y la Eucaristía, queda por completar la Iniciación a la vida cristiana con la recepción del Sacramento de la Confirmación, con la unción por la que se recibe la plenitud del Espíritu Santo en los hijos de Dios.
«Desde aquel tiempo, los apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, comunicaban a los neófitos, mediante la imposición de las manos, el don del Espíritu Santo, destinado a completar la gracia del Bautismo». Del Nº 1288 Catecismo de la Iglesia Católica
Para prepararse a la recepción de este gran don divino, la Iglesia propone un itinerario de catequesis adecuada a la edad, que nos dirige a la madurez de la propia vida cristiana y a la entrada activa en la comunidad eclesial.
En nuestra parroquia tenemos dos itinerarios acompañados por los sacerdotes y sendos equipos de catequistas:
- Uno para niños y adolescentes, justo después de recibir la Primera Comunión, a partir de los 10-11 años (5º- 6º de Primaria) en una catequesis por edades que tiene lugar en 3 ejes inseparables:
- los viernes en los salones parroquiales de 18:30 a 19:45 h.
- los Domingos en la Eucaristía (se invita principalmente a la de 11:30 h.)
- las actividades espaciales: convivencias, salidas y peregrinaciones, encuentros con padres y madres, Pascua Joven, campamentos…
* Si algún niño o adolescente no ha recibido todavía ningún Sacramento de Iniciación, o sólo el Bautismo, también se les ofrece una catequesis adaptada con los de su edad, en estos grupos de los viernes.
El horizonte que se propone al terminar la formación humana y espiritual para disponerse a recibir la Confirmación es la incorporación a los grupos de adolescentes o de jóvenes, según la edad, para compartir junto a otros esta vida nueva que nace de Jesucristo.
- El segundo grupo es el de catecumenado de adultos, que se reúne los lunes o en otros días según valorando la disponibilidad personal, que se acordaría con los sacerdotes y el catequista de la Parroquia.
Toda la información y cuestiones más concretas se pueden dirigir a los sacerdotes en el despacho parroquial.