De santa Inés de Roma a Verónica Antal y Anna Kolesárová, recientemente beatificadas, pasando por todas las que vivieron en la estela de María Goretti: descubre las 14 jóvenes reconocidas por la Iglesia por haber protegido la pureza de su cuerpo y de su espíritu aun con el precio de su vida
¿Quiénes son las “mártires de la pureza”? Con las beatificaciones, en septiembre, de Verónica Antal, rumana de 22 años, y Anna Kolesárová, eslovaca de 16, son ya catorce las llamadas “mártires de la pureza”. La mayoría fueron muy jóvenes proclamadas santas, beatas o venerables.
Sus vidas se presentan como modelo a las jóvenes generaciones para “redescubrir la belleza de un amor auténtico y el valor de la virtud de la pureza en su vida”, como indicó el día de su beatificación el postulador de la causa de Anna Kolesárová, el padre Marek Ondrej.
El cuerpo no es una mercancía. Como dijo san Pablo, es “un santuario del Espíritu Santo”.
Quienes ejercieron la violencia contra los cuerpos de estas jóvenes atacaron a su persona, a su interioridad.
Y ellas, al luchar con todas sus fuerzas por proteger este santuario, al “preferir morir” antes que faltar a su fidelidad total a Dios, recuerdan que todo cristiano está llamado en su fe –sea cual sea la forma que tenga– a ser en sí mismo un don al Padre.
Todas demostraron tener una fe inmensa. Todas tenían el corazón puro y se tomaban muy en serio su vida de cristianas.
Comenzando por santa Inés de Roma (290-303) hasta todas las que siguieron los pasos de María Goretti (1890-1902), considerada como el “icono” de estas “mártires de la pureza”: