Gaudí sabía por qué quería dedicar una fachada a la Navidad

Cuando en Navidad de 2010 el Papa Benedicto felicitó la Navidad con una postal de la Sagrada Familia de Barcelona en la que aparecía la escena del Belén, muchos se sorprendieron. No será que en Roma y en los Museos Vaticanos no haya suficientes escenas de la Natividad.

El Papa alemán había estado en Barcelona para consagrar este fascinante edificio, templo expiatorio iniciado en 1882 y todavía inacabado. La fachada de la Natividad le impactó. Y es que Antoni Gaudí condensa en esta una explicación de la Biblia a través de la escultura y la arquitectura.

La Sagrada Familia de Gaudí, esta imponente basílica en construcción en Barcelona, tiene dos fachadas: Nacimiento y Pasión. Gaudí quiso dedicar horas y horas al Nacimiento para mostrar el misterio de la irrupción de la vida divina en el mundo, y para detallar el sentido de la oferta de la salvación.

Es precisamente la fachada del Nacimiento la original de Gaudí. Murió sin ver el resto de la construcción de su gran obra. En esta fachada antigua, María muestra en un lecho humilde a su hijo Jesús, que ha nacido para redimir a la humanidad de sus pecados. José los ampara. A uno y otro lado del grupo están el buey y la mula.

La escena acontece en Belén; José y María han llegado allí procedentes de Nazaret para inscribirse en el censo decretado por César Augusto.

La tradición navideña del belén está relacionada con San Francisco de Asís (1182-1226).

(Lc 2,1-21)

Esta escena celebra la venida al mundo del Mesías, Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. Recibe también otros nombres: fachada de la Vida, del Gozo y de la Navidad. Está inspirada en los evangelios sobre la infancia de Jesús: Lc 1,5-2,51; Mt 1-2. En la web interactiva de la Sagrada Familia se puede ir a cada elemento y apreciarlo de cerca.

El rector de la Facultad de Arqueología Cristiana Antoni Gaudí de Barcelona, el biblista y sacerdote Armand Puig, cuenta a Aleteia que Antoni Gaudí era muy devoto de las fiestas navideñas, especialmente de las de su infancia: “Su visión de los pastores es la de su tierra, abrigados con un tradicional chaleco (samarra) y con un gorro rojo y negro asociado a los pastorcillos (barretina)”. Para Gaudí, prosigue Armand Puig, la escena del Nacimiento es “volcánica”: toda la creación, de los animales a las plantas y a los hombres, se unen en adoración de la Encarnación. Es lo que se plasma en esta fachada de la emblemática Sagrada Familia.

Para Antoni Gaudí, el Nacimiento, la Pasión y la Gloria son las tres fases de un mismo acontecimiento, y es por esto que en su obra de la Sagrada Familia cada elemento tiene su lugar y significado.

El biblista Armand Puig, que ha dedicado varios estudios a Gaudí, destaca que para este arquitecto catalán, la Sagrada Familia era un ejemplo también de “la fuerza de la vida”.

Simbólicamente, la basílica de la Sagrada Familia es la expresión en piedra de la fe cristiana. En este temple enaltece a la familia de Nazaret como modelo de familia unida.

En estos momentos la causa de beatificación de Antoni Gaudí sigue su camino, y su influencia no deja de extenderse por todo el mundo, especialmente en Asia.

La Asociación Pro Beatificación Gaudí está trabajando en un proyecto “María y Gaudí” para las JMJ de Panamá en 2019. Presentando el proyecto al Papa Francisco este 6 de diciembre en Roma, el Papa les dijo que “Gaudí era un místico” y que bendice “a todos los que trabajan por Gaudí”.

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