La Misa del Jueves Santo del Papa Francisco en una prisión en Roma fue más que un evento para los reclusos, fue una señal de que, si bien se consideran invisibles para el mundo exterior, no habían sido olvidados.
“Ayer fue un momento que creo que va a resonar a través de la prisión por lo menos durante todo el próximo año. Creo que fue un momento que conmovió a cada guardia y cada prisionero que estuvo allí «, dijo el seminarista Alex Nevitt a la CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- el 30 de marzo. Leer más