Ha vuelto el Tiempo Ordinario

Origen y significado del tiempo ordinario

El tiempo ordinario tiene su origen en el domingo, en la celebración de la “Pascua” que se repetía semana tras semanas (cf. Hch 20,7). Poco a poco se han ido incorporando en la liturgia de la Iglesia los diferentes tiempos fuertes que hacen hincapié en algún misterio concreto de Cristo (Navidad o Pascua) o nos sirven como preparación de estos (Adviento y Cuaresma). Sin embargo, el Tiempo Ordinario omás propiamente, tiempo durante el año, es una de las partes del año litúrgico En él se desarrolla el misterio pascual de un modo progresivo y profundo; y, si cabe, con mayor naturalidad aún que otros tiempos litúrgicos, cuyo contenido está a veces demasiado polarizado por una temática muy concreta. Para la mistagogia de los bautizados y confirmados que acuden cada domingo a celebrar la eucaristía, el tiempo ordinario significa un programa continuado de penetración en el misterio de salvación siguiendo la existencia humana de Jesús a través de los evangelios, contenido principal y esencial de la l celebración litúrgica de la iglesia.. Leer más

Fiesta de La exaltación de la Santa Cruz

Hoy se celebra Fiesta de La exaltación de la Santa Cruz. La Iglesia, en el día de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, celebra la veneración a las reliquias de la Cruz de Cristo en Jerusalén, tras ser recuperada de manos de los persas por el emperador Heráclito.

Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada.

Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, su produjeron muchos milagros.

El fragmento de la Cruz de Cristo de mayor tamaño se encuentra en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria, España), donde es venerado por decenas de miles de fieles cada año.

Nosotros recordamos con mucho cariño y veneración la Santa Cruz porque en ella murió nuestro Redentor Jesucristo, y con las cinco heridas que allí padeció pagó Cristo nuestras inmensas deudas con Dios y nos consiguió la salvación.

A San Antonio Abad (año 300, fiesta el 17 de enero) le sucedió que el demonio lo atacaba con terribles tentaciones y cuentan que un día, angustiado por tantos ataques, se le ocurrió hacerse la señal de la Cruz, y el demonio se alejó. En adelante, cada vez que le llegaban los ataques diabólicos, el santo hacía la señal de la cruz y el enemigo huía. Y dicen que entonces empezó la costumbre de hacer la señal de la cruz para librarse de males.

De una gran santa se narra que empezaron a llegarle espantosas tentaciones de tristeza. Por todo se disgustaba. Consultó con su director espiritual y este le dijo: «Si Usted no está enferma del cuerpo, ésta tristeza es una tentación del demonio». Le recomendó la frase del libro del Eclesiástico en la S. Biblia: «La tristeza no produce ningún fruto bueno». Y le aconsejó: «Cada vez que le llegue la tristeza, haga muy devotamente la señal de la cruz». La santa empezó a notar que con la señal de la cruz se le alejaba el espíritu de tristeza.

Cuando Nuestra Señora se le apareció por primera vez a Santa Bernardita en Lourdes (Año 1859), la niña al ver a la Virgen quiso hacerse la señal de la cruz. Pero cuando llegó con los dedos frente a la cara, se le quedó paralizada la mano. La Virgen entonces hizo Ella la señal de la cruz muy despacio desde la frente hasta el pecho, y desde el hombro izquierdo hasta el derecho. Y tan pronto como la Madre de Dios terminó de hacerse la señal de la cruz, a la niña se le soltó la mano y ya pudo hacerla ella también. Y con esto entendió que Nuestra Señora le había querido dar una lección: que es necesario santiguarnos más despacio y con más devoción.

Fíjese en la gente cuando hace la señal de la Cruz. Observe, por ejemplo, a los pocos jugadores de fútbol que se santiguan en el campo. ¿Cómo le parece esa cruz que se hacen? ¿No es cierto que más parece un garabato que una señal de la Cruz? ¿Cómo haremos nosotros la señal de la Cruz de hoy en adelante?

Como recuerdo de esta fecha de la exaltación de la Santa Cruz, acuérdese de realizar con más devoción y más despacio su señal de la Cruz.

Fuente: WebcatólicodeJavier

Nueva Edición de la Guía: “DÓNDE COMER, DORMIR, LAVARSE” DE LA COMUNIDAD SANT’EGIDIO

El martes 20 de marzo, la comunidad Sant’Egidio presentó una nueva edición de la guía Dónde: comer, dormir, lavarse en Madrid, en la iglesia Nuestra Señora de las Maravillas.

Moderado por Jesús Bastante, periodista de Religión Digital, el acto contará con las aportaciones de Javier Cuevas, vicario episcopal de Acción Caritativa de la archidiócesis y delegado episcopal de Cáritas Madrid; Javier Palop, director de la Fundación SM editora de la guía, y Tíscar Espigares, responsable de la comunidad de Sant’Egidio en Madrid. Leer más