Recordatorio : Todos los años, el cambio de hora tiene lugar en el último domingo del mes de octubre, por lo que en este año 2024 será en la madrugada que va del sábado 26 al domingo 27 de octubre.
Los horarios de las misas NO cambian.
Recordatorio : Todos los años, el cambio de hora tiene lugar en el último domingo del mes de octubre, por lo que en este año 2024 será en la madrugada que va del sábado 26 al domingo 27 de octubre.
Los horarios de las misas NO cambian.
Con el lema «Id e invitad a todos al banquete»; el Domund 2024, que celebraremos el próximo día 20 de Octubre; el papa Francisco nos invita, inspirándose en la parábola del banquete de bodas; en la idea de “ir” de manera permanente por el mundo en esta jornada Mundial por las misiones.
Más información : Domund – Obras Misionales Pontificias – OMP
En esta página encontraras el mensaje del Papa a propósito de la Jornada, y una reflexión pastoral de D.Lino E. Díez Valladares, SSS, Párroco de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, Madrid
«El 30 de septiembre es el día de san Jerónimo, sacerdote y Doctor de la Iglesia. Este santo es célebre por su traducción de la Biblia a la forma de latín más común de su tiempo (la Vulgata)». Fuente: Aleteia.org
El 30 de septiembre, hemos celebrado el día de este Santo. Padre de la iglesia, tradujo la Biblia del hebreo y del griego al latín por encargo del papa Dámaso I. Esta traducción es la que conocemos por Vulgata. Falleció en Belen, en el año 430 d.C.
La Biblia Vulgata recibió el nombre de vulgata editio (edición divulgada); pues se utilizó el latín corriente, el hablado comúnmente, para ser más accesible al mayor número de personas.
Más información en el artículo: San Jerónimo, sacerdote, doctor y traductor de la Biblia (aleteia.org)
Fuente: Aleteia.org
En los últimos días el conflicto armado se va acentuando en Oriente Medio, y va hacía un escenario realmente incierto. La población civil siempre es la que pierde sus hogares, tiene que desplazarse de las zonas de guerra, y muchos son los heridos y muertos que se suman cada día.
En este contexto de violencia, familias cristianas se ven atrapadas en el sur del Líbano.
Los cristianos se encuentran en medio de este fuego cruzado. Los que han podido se han echado a las carreteras en una fuga masiva hacia el norte en busca de territorios más seguros y alejados de los bombardeos. «No tienen a donde ir. Huyen, pero no saben dónde», remarca el padre Toufic.
Fuente : Alfa&OmegaArtículo completo: «Hay familias cristianas atrapadas bajo las bombas en el sur de Líbano» – Alfa y Omega
«Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos».
Se puede visualizar el vídeo del Papa en : Por una misión compartida – El Video del Papa 10 – Octubre 2024 (youtube.com)
En la página de la red de oración se encuentran todas las intenciones anteriores, además de otros contenidos: https://www.popesprayer.va/es/
La costumbre de bendecir los alimentos adquiere un significado renovado, ya que no solo se trata de dar gracias por los dones recibidos, sino también de recordar cómo la Palabra de Dios ilumina y santifica todos los aspectos de nuestra existencia, incluida la comida cotidiana.
Las Sagradas Escrituras como fuente de bendición.
Desde tiempos bíblicos, la bendición de los alimentos ha sido una expresión de gratitud hacia Dios, el dador de todo lo que sustenta la vida. En el Evangelio de Mateo, Jesús nos enseña a pedir a Dios “el pan de cada día” (Mateo 6,11) en el Padrenuestro, subrayando nuestra dependencia de Él para lo más básico. Bendecir los alimentos es una forma de reconocer que todo lo que poseemos, incluso lo más simple como el pan de cada día, es un don de Dios.
Un gesto de gratitud y reconocimiento.
Bendecir los alimentos con la Palabra de Dios nos conecta con las numerosas veces que Jesús mismo dio gracias antes de comer. Por ejemplo, en la multiplicación de los panes y los peces (Mateo 14,19), Jesús bendice los alimentos y los comparte con la multitud. Este gesto nos invita a recordar que cada comida es una bendición y a vivir con gratitud hacia Dios, que nos provee lo necesario para nuestra vida.
El acto de bendecir los alimentos también nos ayuda a reconocer la generosidad de Dios en su creación. Como el salmista proclama: “Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo” (Salmo 145,15). Al citar este y otros pasajes bíblicos al bendecir la mesa, somos conscientes de la Providencia Divina que nos acompaña y nos sostiene.
Alimentar el cuerpo y el alma.
La Palabra de Dios no solo nos invita a dar gracias por el alimento material, sino también a reconocer la necesidad de alimentarnos espiritualmente. Como Jesús le dijo al diablo durante las tentaciones en el desierto: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4,4). Al unir la bendición de los alimentos a la lectura de la Biblia, recordamos que, así como nuestro cuerpo necesita sustento, nuestra alma se nutre de la Palabra de Dios.
La comunidad en torno a la mesa.
Bendecir los alimentos con textos bíblicos durante la Semana de la Biblia también fortalece el sentido de comunidad. En los Hechos de los Apóstoles, se describe cómo los primeros cristianos “partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios” (Hechos de los Apóstoles 2,46-47). Este pasaje nos inspira a valorar no solo la comida, sino también la comunión que se forma al compartirla. Al rezar juntos, con la Palabra de Dios presente, crecemos en unidad y en la conciencia de que el Señor está en medio de nosotros.
Bendecir los alimentos con la Palabra de Dios en la Semana de la Biblia es una manera concreta de integrar la fe en la vida cotidiana. Nos ayuda a reconocer la presencia de Dios en lo ordinario, a vivir con gratitud y a recordar que, más allá de lo material, necesitamos el alimento espiritual que es la Palabra. Este gesto nos une a la comunidad de creyentes y refuerza nuestra relación con Dios, el verdadero dador de todos los bienes.
Puedes comprender el sentido de la bendición de los alimentos en : https://asuncionpozuelo.archimadrid.es/bendiciones-de-los-alimentos/
El verano ya finaliza, y como es habitual en nuestra parroquia, la celebración de la misa de tarde, vuelve a su horario habitual de las 19:00 desde el martes, día 1 de Octubre.
El P. Mario Ortega, al que muchos conocéis de nuestra parroquia; va a estrenar un nuevo programa en RadioMaría. Colocamos a continuación el vídeo promocional:
Video promoción programa YouCat. Radio María España (youtube.com)
El programa se llamará YOUCAT, y comenzará el 1 de Octubre de 8 a9 de la mañana, todos los Martes; con el lema » Un catecismo para rejuvenecer tu fé…..aunque seas un joven de 40, 60, 80 o más edad», dirigido para todos los oyentes.
El P.Mario Ortega cuenta ya desde hace unos años, con otro programa en RadioMaría, titulado: «La Voz del Papa», donde de modo semanal también los martes a las 11:00 durante una hora, nos habla de la actualidad del Santo Padre, con noticias, documentos, y enseñanzas del Papa Francisco.
Anímanos su seguimiento a todos a cuantos tienen deseo de aprender y revisar el catecismo (YOUCAT), o a seguir la actualidad del Papa (La Voz del Papa).
Sigue también el canal de Youtube del P. Mario O. en (13) Padre Mario Ortega – YouTube
Durante la semana del 22 al 28 de septiembre, coincidiendo con la Semana de la Palabra, promovida por el obispado de Madrid (Entrada relacionada : Semana de la Palabra – Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora (archimadrid.es)
Día 22-09 | Día 23-09 | Día 24-09 |
Día 25-09 | Día 26-09 | Día 27-09 |
Día 28-09 | Día 29-09 | Día 30-09 |
La Semana de la Biblia es una oportunidad especial para profundizar en el valor de la Sagrada Escritura en nuestra vida diaria. En este contexto, la costumbre de bendecir los alimentos adquiere un significado renovado, ya que no solo se trata de dar gracias por los dones recibidos, sino también de recordar cómo la Palabra de Dios ilumina y santifica todos los aspectos de nuestra existencia, incluida la comida cotidiana.
Las Sagradas Escrituras como fuente de bendición.
Desde tiempos bíblicos, la bendición de los alimentos ha sido una expresión de gratitud hacia Dios, el dador de todo lo que sustenta la vida. En el Evangelio de Mateo, Jesús nos enseña a pedir a Dios “el pan de cada día” (Mateo 6,11) en el Padrenuestro, subrayando nuestra dependencia de Él para lo más básico. Bendecir los alimentos es una forma de reconocer que todo lo que poseemos, incluso lo más simple como el pan de cada día, es un don de Dios.
Un gesto de gratitud y reconocimiento.
Bendecir los alimentos con la Palabra de Dios nos conecta con las numerosas veces que Jesús mismo dio gracias antes de comer. Por ejemplo, en la multiplicación de los panes y los peces (Mateo 14,19), Jesús bendice los alimentos y los comparte con la multitud. Este gesto nos invita a recordar que cada comida es una bendición y a vivir con gratitud hacia Dios, que nos provee lo necesario para nuestra vida.
El acto de bendecir los alimentos también nos ayuda a reconocer la generosidad de Dios en su creación. Como el salmista proclama: “Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su comida a su tiempo” (Salmo 145,15). Al citar este y otros pasajes bíblicos al bendecir la mesa, somos conscientes de la Providencia Divina que nos acompaña y nos sostiene.
Alimentar el cuerpo y el alma.
La Palabra de Dios no solo nos invita a dar gracias por el alimento material, sino también a reconocer la necesidad de alimentarnos espiritualmente. Como Jesús le dijo al diablo durante las tentaciones en el desierto: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4,4). Al unir la bendición de los alimentos a la lectura de la Biblia, recordamos que, así como nuestro cuerpo necesita sustento, nuestra alma se nutre de la Palabra de Dios.
La comunidad en torno a la mesa.
Bendecir los alimentos con textos bíblicos durante la Semana de la Biblia también fortalece el sentido de comunidad. En los Hechos de los Apóstoles, se describe cómo los primeros cristianos “partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios” (Hechos de los Apóstoles 2,46-47). Este pasaje nos inspira a valorar no solo la comida, sino también la comunión que se forma al compartirla. Al rezar juntos, con la Palabra de Dios presente, crecemos en unidad y en la conciencia de que el Señor está en medio de nosotros.
Bendecir los alimentos con la Palabra de Dios en la Semana de la Biblia es una manera concreta de integrar la fe en la vida cotidiana. Nos ayuda a reconocer la presencia de Dios en lo ordinario, a vivir con gratitud y a recordar que, más allá de lo material, necesitamos el alimento espiritual que es la Palabra. Este gesto nos une a la comunidad de creyentes y refuerza nuestra relación con Dios, el verdadero dador de todos los bienes.